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CAMINO DISCRETO

CAMINO DISCRETO

 

“El Derecho y deber Educativo para la Convivencia escolar, basado en valores de la cultura de Paz tiene los caracteres de ser un derecho universal, prioritario e innegociable.”

Los manuales de convivencia de las instituciones educativas parecen más “represivos y dictatoriales”, dando la impresión “de que están pensados bajo la intención e interés de algunos pocos”, “son un arma de doble filo, duros e insensibles”. “Cuando no hay manual de convivencia la profesora lo hace con un lapicero, le pone un sello y listo”,  es la forma como se genera control a partir del docente imponiendo una forma de pensar sin hacer participe de su formación al propio estudiante.

 Las dificultades económicas, la injusticia social y la pobreza siguen siendo las principales causas de deserción escolar enmarcada en ciertos parámetros ajenos a las realidades de nuestros estudiantes convirtiéndose en rivales y entorpeciendo sus anhelos e intereses por aprender.

 Así existan códigos que regulen el comportamiento de los jóvenes dentro y fuera de una comunidad educativa, falta acompañamiento de los docentes, así lo evidencian denuncias de maltrato y métodos coercitivos. Los profesores y directivos no modernizan sus propuestas metodológicas, no tienen buenas relaciones con los estudiantes y no aprovechan los recursos tecnológicos para su autoformación, justificando su falta de interés por generar cambios en la mente de los estudiantes, en una lista numerada de normas pensadas y/o propuestas con una única intención de ser usadas no para formar si no para expiar sus errores en un proceso de formación.

 Un factor importante que influye de forma considerable la manera de evaluar y corregir comportamientos, es tener un buen desempeño con tan alto número de alumnos, las malas condiciones laborales actuales, la poca formación y el incipiente valor que se da a la profesión docente, que la pueden desempeñar bachilleres y profesionales de otras áreas.

 El derecho en la escuela, está representado por las normas de convivencia escolar. Hay que tener en cuenta que en muchos ámbitos la expresión convivencia escolar se está utilizando en reemplazo del término “disciplina”, a pesar que muchos autores expresan que existen fuertes diferencias entre controlar la disciplina y enseñar a convivir.

 El derecho en la escuela también está en búsqueda de la democratización de la institución escolar. La creación de Consejos de Convivencia y/o Consejos Escolares, se formalizan para alcanzar nuevos modos de convivencia más democráticos que involucren a toda la institución educativa.

 Si tenemos en cuenta que hoy existe una deslegitimación del derecho, y por ende de las instituciones que han sido creadas y formadas por las normas; al mismo tiempo que consideramos que la convivencia social y la convivencia escolar son trayectos de interacciones inseparables; llegaremos indudablemente a la conclusión que trabajando en la convivencia escolar, nuestros logros se proyectaran a la sociedad.

 Es por esto que en su convivencia cotidiana la escuela debe formar a los sujetos de la comunidad educativa en una cultura democrática, persiguiendo fines de vivencia cotidiana basados en la dignidad de todas las personas, el valor de la justicia, la cultura de paz, la no discriminación, la inclusión social y la cooperación en la diversidad.

 Se hace necesario repasar los roles que han ocupado los principales sujetos de la Comunidad Educativa, especialmente docentes, padres y alumnos, hasta ahora y el lugar que deben ocupar en la nueva escuela.

 El manual de convivencia debe servir para asegurar que la educación se oriente hacia el pleno desarrollo de la persona humana y del sentido de su dignidad; debiendo fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales.

 El manual de convivencia es una herramienta escolar que debe propiciar conductas y acciones que fomenten la comprensión y tolerancia mutua y promover las actitudes orientadas al mantenimiento de la paz:

  1. La legitimación del derecho por medio de la escuela.
  2. La conformación de normas jurídicas de convivencia social basadas en valores de la Cultura de la Paz.
  3. La Formación ciudadana.

Antes de definir una lista de parámetros, normas, reglas o cualquier otro tipo de código que nuestros estudiantes deberían respetar, es necesario responder una serie de cuestionamientos que  de una u otra forma, influirían considerablemente esta estandarización:

 ¿Se debe analizar la educación para el trabajo acorde con la oferta y evitando formar mano de obra barata?

 ¿El sistema educativo es excluyente con los niños con talentos excepcionales y no cuenta con la capacidad para retenerlos?

 ¿La educación es lo suficientemente atractiva para los niños y jóvenes o no tiene la suficiente valoración social?

 Entonces es necesario prever medidas correctivas, que contemplan el apercibimiento oral, el cambio de grupo, la suspensión de asistencia a clase durante determinados periodos y el cambio de Colegio. Según los casos, seremos los profesores o los directores quienes adopten las pautas disciplinarias. Este procedimiento "agilizará" las sanciones, ya que hasta ahora debíamos convocar la comisión de convivencia (nunca efectiva), para tomar una decisión y ahora serán los propios docentes y el equipo directivo quienes resuelvan directamente. Aunque se refuerza a los profesores, esto no significa que no deban escuchar a padres y alumnos.


 

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